Después de un tranquilo vuelo de Atlanta a Montego Bay y de pasar el control de migraciones y aduanas llegamos a IBEROSTAR Grand Hotel Rose Hall, donde un botones muy sonriente nos recibió al llegar al motor lobby y nos dio una muy necesaria en ese momento toalla húmeda para hacer el calor más soportable. Él nos acompañó a la recepción y mientras nos registrábamos mi bartender favorito Clive apareció con una bebida de bienvenida. Él se alegró cuando lo reconocí. Han pasado cerca de dos años desde mi última visita pero le creo cuando él dice que sí se acuerda de mí.
Read More